miércoles, 6 de junio de 2012

Huevo, campana, guante, camaleón y leñador

Había una vez una gallina que ponía huevos. Un día puso uno muy grande y como tardaba mucho en abrirse y salir un pollito, se cagó encima del huevo, pero llegó un camaleón y cuando la gallina estaba despistada se comió el huevo con la caca y todo y le supo tan mal que le dijo : "Qué mal saben tus huevos, gallina". Esa tarde un chico tocó la campana del campanario y la gallina llegó corriendo porque no le gustaba ese sonido. Allí se encontró al niño y se cagó encima de él porque últimamente la gallina tenía mucha facilidad para irse por el culo.

Mientras tanto el camaleón estaba muy malo por el huevo con caca que se había comido que le había dejado   hecho polvo y se le había dado la vuelta el hígado. Un guante abandonado de jardinero se dio cuenta de todo y se metió dentro del camaleón logrando dejarle el hígado en su lugar. Un leñador que pasaba por allí al ver al bicho allí tirado se lo llevó al hospital y al abrirle la tripa, los cirujanos encontraron el guante. El camaleón se salvó, el leñador se llevó el guante para no hacerse daño cuando partía la leña y al final la gallina y el camaleón se hicieron novios y los huevos que ponía la gallina cambiaban de color y ya no se hacía cacas encima de ellos.


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