Un día un hombre , una mujer y su hija se presentaron en la consulta de un afamado cirujano. El hombre propuso al doctor que le hiciera una cirujía integral y lo convirtiera en tomate, pero no en un tomate cualquiera, ¡no! debiera ser uno con label, un fruto rojo, maduro y exquisito. La señora, por su parte, quería un cambio radical en lechuga, fresca , lozana, abierta y jugosa con gotas de rocío. No queriendo ir a la zaga, la hija propuso que la transformara en cebolleta, blanca, lisa de talle largo y verde. El cirujano se tuvo que emplear a fondo, pero consiguió una exquisita familia que después de pagarle los honorarios se fueron al registro civil para cambiarse el apellido Fernandez- Gonzalez por el de Ensalada. Cuando llegaron a casa se dieron cuenta que ninguna ropa les servía, asi es que fueron donde un célebre sastre que en un periquete les hizo unos trajes encantadores. Al hombre le fabricó una preciosa capa roja escarlata con rabitos negros bordados sobre ella. A la mujer, una amplia falda verde de muchos volantes y esparcidos por aquí y por allá unos cuantos limacos; en la cabeza, como no podía ser menos, un elegante sombrero con forma de caracol con los cuernos hacia fuera. Para la hija reservó un satén blanco roto y le cosió un lindo vestido abombado por arriba que poco a poco se iba estrechando hasta formar una ligera cola de color verde marino, eso sí, no te podías acercar mucho a ella porque te ponías a llorar. Con el tiempo la hija "Cebolleta Ensalada" tuvo un precioso bebé que desde el comienzo dio la sensación de ser poco sólido y con un sospechoso color anaranjado. Por supuesto le llamaron "Gazpachito Ensalada" y el sastre (que para entonces ya estaba muy mayor) le confeccionó un bonito faldón trasparente enforma de botella con tela de fibra óptica. Ni que decir tiene que esta moda arrasó. Los niños ya no se llamaban Tamara, Luis o Iker sino que proliferaron los nombres como Alcachofa, Aguacate , Zanahoria, Pepinillo..,
Los cirujanos se fueron especializando en diversas ramas de frutas y verduras. La más difícil era la de dar forma al Aliño, pero se consiguió con éxito. Desde entonces la sociedad cambió un poco. Yo creo que a mejor pues ahora la alimentación mundial se basa en un poco de sol y unas gotas de agua y por supuesto hay muchos menos desperdicios.